viernes, 30 de noviembre de 2007

Las Vampiras

Jesús Franco es muy aclamado por los seguidores del cine de terror y los amantes del serie B. Y yo, claro, no voy a ser menos. Que digan lo que quieran los críticos, a mí sus películas -no todas, ya que hay algunas con las que discrepo -me encantan y no me corto en decir que el cine español actual debería aprender mas de él. Pero vamos a lo que importa.

De entre su inmensa filmografía yo destaco Las Vampiras (1970) -o Vampyros Lesbos, como también se la conoce -, que él realizó justo después de su propia versión de Drácula -El Conde Drácula (1970) -, con el gran Christopher Lee, que ya había trabajado con él en dos películas de Fu Manchú, interpretando al famoso vampiro. En esta ocasión, se trataba de una nueva versión de la novela de Stoker mucho mas libre, cambiando el sexo de los protagonistas y el lugar donde transcurría la historia; así, del Londres decimonónico pasábamos a un Estambul -la antigua Constantinopla, para los que no sepan historia -contemporáneo.

La historia va sobre Linda, interpretada por la bellísima Ewa Strömberg, una joven que vive y trabaja en la antigua capital del Imperio Otomano. Una noche visita con su novio un night club donde queda cautivada por un espectáculo de carácter lésbico que protagoniza una misteriosa mujer con la que, poco después, empezará a tener extraños sueños. Mas tarde, a causa de su trabajo, debe visitar a la Condesa Nadine, intepretada por Soledad Miranda -que murió poco después de hacer esta película -, una misteriosa aristócrata que vive en una isla del mar Egeo en compañía de un extraño criado. La chica llega hasta allí y descubre que es la mujer con la que sueña. Lo que no sabe es que, en realidad, es una princesa otomana que fue vampirizada por el Conde Drácula y necesita la sangre de chicas jóvenes para mantenerse joven y bella. Linda termina siendo seducida por Nadine y entre ambas se forma un extraño vínculo. A todo esto, el novio de Linda intentará salvarla y contará con la ayuda del doctor Seward; pero desconoce que este guarda oscuras intenciones con respecto a Nadine y Linda.

Esta es la premisa argumental de esta película, una erótica historia de vampirismo lésbico que Franco supo tratar muy bien. Las escenas lésbicas entre las protagonistas son bastante elegantes, cargadas de sensualidad y romanticismo; a pesar de que, hoy día, a algunos pueda resultarles un tanto ridículas. No era la primera, ni la última, vez que Franco trataba el lesbianismo en su cine, pero aquí dejó, un poco, de lado el erotismo para centrarse mas en la historia de amor entre las protagonistas, verdadero eje central de la cinta. Además, a esto ayudó mucho el excelente trabajo de sus actrices protagonistas; algo que dice mucho en favor de un director que no suele cuidar mucho la calidad interpretativa de sus películas.

Por lo demás, la película sigue los patrones de la filmografía de Franco: rodada con bajo presupuesto, con actores que repiten de otras películas suyas, bastante sangre, violencia y gore -aunque no tanto como en sus otros films -y el propio Franco interpretando un papel secundario que, como casi siempre, era el de un asesino psicópata. Lo mejor, sin duda, es la brutal escena final, en donde la moribunda vampiresa, que necesita la sangre de Linda para sobrevivir, pero no se atreve a matarla porque la ama, le pide a esta que acabe con su existencia; una escena tan brutal y sangrienta, como apasionada y romántica que, desde luego, a mi se me quedó gravada en la retina.

En el aspecto técnico, Franco escribió el guión junto a Jaime Chávarri, luego director de películas como Bearn o la sala de las muñecas (1983), Las Bicicletas son para el Verano (1984), Las Cosas del Querer (1989) o, mas recientemente, el film biográfico Camarón (2005). Franco también compuso, en parte, la banda sonora -puesto que, a parte de director, guionista, productor y montador, también es músico -. La banda sonora es uno de los fuertes de esta película y cabe destacar que el mismísimo Quentin Tarantino homenajeó el film utilizando uno de sus temas para la película Jackie Brown (1997); concretamente, el de este vídeo:



Como era muy común en la filmografía de Franco, la película fue censurada, tanto en la España franquista como en otros países, por su enorme contenido lésbico. Esto hizo que sufriera numerosos cortes y que, a raíz de ello, existieran varias versiones censuradas de la película. Creo que debo decir que, al igual que Luís Buñuel, Franco fue declarado por el Vaticano -que, actualmente, está dirigido por un ¿antiguo? nazi -como persona mas peligrosa para la religión católica. Algo que al cineasta madrileño le tiene sin cuidado, pero claro, en la España del "otro" Franco, aquello era prácticamente un delito.

Puede que los defensores de eso que llaman "cine culto" despotriquen contra esta película pero, a los que nos gusta el cine de terror, lo fantástico y el serie B -los frikis, para menos señas -, esta es toda una película "de" culto. Para mí, este film es todo un cláscico y no me arrepiento de inaugurar este nuevo blog con ella. Para terminar, aquí dejo su trailer:


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